Amsterdam, una capital para visitar
En comparación con Londres o París, Amsterdam suele ser como el hermano pequeño que nadie hace caso.
Cuando alguien está pensando en ir a visitar una capital europea, siempre sale a relucir otros nombres, Roma, Dublin, París, Bruselas, Londres, pero ¿Quién quiere ir a Amsterdam? ¿Que se puede hacer en Amsterdam?
Muchos no saben ni siquiera donde está Amsterdam. Seguramente te acuerdes de Amsterdam sólo por su Barrio Rojo, sí, el que salió en la televisión en donde las prostitutas se exhiben en los escaparates.
Pero Amsterdam es mucho más que eso. Cuando lo descubres en profundidad, te das cuenta de la variedad de cosas interesantes que nos aporta esta ciudad sorprendentes.
Sobre lo que se puede hacer en la capital, podría decir que se pueden tocar todos los palos. Amsterdam logra interesar y entretener a todo tipo de personas.
Museos de arte de talla mundial como el Rijksmuseum, el museo Stedelijk de Arte Moderno y el Museo Van Gogh satisfarán los deseos de arte de los amantes de la pintura. En el barrio de los museos, se ve claramente que Amsterdam es un destino para los que le gusta el arte y la arquitectura.
Los clubes, bares y la vida nocturna, con su famoso Barrio Rojo, siguen vibrantes como siempre, esperando a que sucumbas a sus encantos. A pesar de los esfuerzos de sus gobernantes, sigue siendo un paraíso de las drogas.
También es un pozo sin fondo de sexo en vivo y no hay despedida de soltero que se resista pasar por aquí. Si lo que estás buscando es probar su gastronomía, te esperan una gran variedad de restaurantes de cocina típica holandesa, o puedes relajarte en cualquiera de sus cafeterías.
La plaza Museumplein tiene un montón de espacios verdes para jugar, una piscina infantil que colinda con una rampa de patinaje y varios cafés agradables. Camina por sus empedradas calles de tienda en tienda, comprando todas sus delicatessen o la mejor moda local.
Lo que está claro es que en Amsterdam tienes todo que necesitas para sumergirte en una ciudad que se deleita en la cultura y en hacer disfrutar a su gente.
Si la miras a través de una postal, verás sus 400 años de edad, con canales de agua que son atravesados por una serie de puentes que superan en número a los de Venecia.
Los canales y las calles contiguas, originariamente el hogar de los trabajadores y artesanos, tiene una serie de cafeterías y tiendas conocidas. Menos explorados, pero también interesantes son los suburbios, actualmente sumergidos en una especie de renacimiento gastronómico.
Sea cual sea la opinión que te formes de la ciudad, una cosa es cierta: Amsterdam seguirá creciendo, como lo ha hecho desde 1200, ya sea literal o metafóricamente.